Reciente estudio realizado en el Leibniz-Institut de Alemania demuestra cómo las citoquinas producen inmunidad humoral duradera después de la vacunación.





 

Reciente estudio realizado en el Leibniz-Institut de Alemania demuestra cómo las citoquinas producen inmunidad humoral duradera después de la vacunación.

Las respuestas inmunes foliculares que involucran IL-21 conducen a una regulación negativa de CD19 en ASC. a, b) Análisis de enriquecimiento de conjuntos de genes (GSEA) basado en firmas genéticas de plasmablastos diferenciados ex vivo en presencia de diferentes combinaciones de citocinas. a) Gráficas de densidad de ASC. b) Gráficas de densidad de BMPC. c) Histogramas de expresión de CD19 por plasmablastos diferenciados. d) Frecuencias de plasmablastos CD19hi. Crédito: Nature Communications (2024). DOI: 10.1038/s41467-024-48570-0

Un nuevo estudio realizado por investigadores del Centro Alemán de Investigación en Reumatología de Berlín, un instituto de la Asociación Leibniz y la Charité-Universitätsmedizin de Berlín ha arrojado nueva luz sobre cómo las citocinas, en particular la interleucina 21 (IL-21), dan forma a una inmunidad humoral duradera. después de la vacunación.

Publicado en Nature Communications , el estudio aclara cómo diversas respuestas inmunes impactan el reclutamiento y mantenimiento de células plasmáticas de memoria en la médula ósea . Estas células son cruciales para secretar anticuerpos protectores y mantener la inmunidad humoral durante toda la vida.

Los investigadores de los laboratorios dirigidos por Thomas Dörner, Andreas Radbruch y Mir-Farzin Mashreghi revelan la heterogeneidad de las células plasmáticas de la médula ósea humana (BMPC) y sus orígenes a partir de diversas reacciones inmunitarias.

Al analizar los transcriptomas unicelulares de individuos vacunados contra el SARS-CoV-2 y la triple vacuna contra la difteria, el tétanos y la tos ferina (DTaP), el equipo descubrió distintas vías a través de las cuales se reclutan células plasmáticas en la médula ósea.

El estudio clasifica las BMPC en diferentes "clanes" según sus perfiles transcripcionales, suponiendo que estas células reflejan las señales específicas que recibieron durante su activación en el tejido.

El Dr. Mir-Farzin Mashreghi, autor correspondiente del estudio, afirmó: "Comprender los mecanismos detrás del reclutamiento y mantenimiento de células plasmáticas en la médula ósea es crucial para mejorar las estrategias de vacunación y desarrollar terapias para enfermedades relacionadas con el sistema inmunológico, incluida la inflamación crónica. enfermedades como el lupus eritematoso sistémico."

IL-21 juega un papel crucial en la formación de células plasmáticas de la médula ósea. Las células formadas en centros germinales foliculares dependientes de IL-21 tienen una expresión baja de CD19, mientras que las de reacciones extrafoliculares independientes de IL-21 tienen niveles altos de CD19.

Las respuestas inmunes primarias producen BMPC con CD19 bajo y CD19 alto, pero las respuestas secundarias crean principalmente células CD19 altas a partir de células B de memoria reactivadas en sitios extrafoliculares. Este hallazgo es importante para comprender cómo se mantiene la inmunidad a largo plazo y cómo las respuestas inmunitarias previas pueden afectar la eficacia de futuras vacunas.

Las rápidas respuestas inmunes extrafoliculares en los tejidos, como la propia médula ósea, son especialmente cruciales para responder rápidamente a las variantes emergentes. Esta investigación podría ayudar a optimizar las estrategias de vacunación para una mejor protección a largo plazo.

La Dra. Marta Ferreira Gomes y el Dr. Pawel Durek, dos de los tres primeros autores del manuscrito, desarrollaron un método novedoso, al que llamaron "clasificación digital", para identificar células plasmáticas específicas de antígeno. Estas células son muy difíciles de reconocer debido a la falta de expresión del receptor de células B (BCR) en su superficie.

Los investigadores superaron este desafío combinando el enriquecimiento de células B de memoria específicas de antígeno aisladas de individuos vacunados con diferentes vacunas contra el SARS-CoV2 y DTaP con un análisis de secuenciación de ARN unicelular de sus BCR.

En un segundo paso, utilizaron la información obtenida para detectar digitalmente secuencias genéticas de anticuerpos únicas que identifican eficazmente las células plasmáticas específicas del SARS-CoV-2 y del tétanos de donantes no emparentados.

Los conocimientos del estudio no sólo son relevantes en el contexto de la pandemia de COVID-19, sino que también proporcionan una comprensión más profunda de cómo se establece una inmunidad duradera después de la vacunación. La presencia de células plasmáticas de memoria específicas en la médula ósea, que pueden conferir protección contra enfermedades infecciosas graves durante décadas, subraya el impacto duradero de las vacunas eficaces.

RESUMEN

Carlos Alberto Mansilla

Investigador – Divulgador Científico – Técnico Superior en Astronáutica y Ciencias del Espacio - Perito Forense de lista de la Corte Suprema de Justicia de la Provincia de Santa Fe en los Tribunales Provinciales de Rosario en dos profesiones - Administrador de COSMOS – Diversos y Varios Posgrados

 

FUENTE

https://medicalxpress.com/.../2024-05-cytokines-humoral...

PAPER

https://www.nature.com/articles/s41467-024-48570-0


 


 


 

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