La vacuna argentina VACCIMEL contra el melanoma (Cáncer de piel) entró en Fase II.
La vacuna
argentina VACCIMEL contra el melanoma (Cáncer de piel) entró en fase II
La primera
vacuna para el melanoma en fase temprana de evolución
DESARROLLADA
POR CIENTÍFICOS DEL CONICET
RESUMEN:
DR. CAM-M-LEGAJO M1368-4
Resumen
científico
La vacuna
CSF-470 (VACCIMEL) más BCG y GM-CSF como adyuvantes se ha ensayado en pacientes
con melanoma cutáneo. En el estudio adyuvante aleatorizado de fase II
CASVAC-0401, los pacientes vacunados tuvieron una supervivencia libre de
metástasis a distancia (DMFS) más prolongada que los tratados con IFNα2b. Cinco
años después de bloquear los datos, se realizó una actualización. El beneficio
en DMFS se mantuvo en el grupo vacunado versus el grupo tratado con IFNα2b ( p
= 0,035), con una mediana de DMFS de 96 meses para VACCIMEL y 13 meses para
IFNα2b. Se mantuvo la favorable relación riesgo-beneficio. La DMFS también se
analizó como una única cohorte en todos los pacientes IIB, IIC y III ( n = 30)
que habían sido tratados con VACCIMEL. La mediana de DMFS fue de 169 meses, y a
los 48 meses de seguimiento, fue del 71,4%, lo que no fue estadísticamente
diferente de la DMFS de los resultados publicados previamente obtenidos en
adyuvancia con ipilimumab, pembrolizumab, nivolumab o dabrafenib/trametinib. Se
analizó la posible toxicidad de combinar VACCIMEL con inhibidores de puntos de
control antiinmunes (ICKi), especialmente porque VACCIMEL se coadyuvó con BCG
en cada vacunación. Se estudió a un paciente con metástasis en tránsito para
producir una prueba de concepto. Durante el tratamiento con VACCIMEL, el
paciente desarrolló clones de células T reactivos frente a antígenos asociados
a tumores. Tres años después de finalizar el estudio VACCIMEL, el paciente
evolucionó y fue tratado con ICKI. Durante el tratamiento con ICKI, el paciente
no reveló ninguna toxicidad debido al tratamiento previo con BCG. Cuando
recurrió después de un tratamiento de 4 años con nivolumab, se obtuvo una
biopsia y se realizó inmunohistoquímica y secuenciación de ARN. El tumor
mantuvo la expresión de antígenos asociados al tumor y HLA-I e infiltración
inmune, con características inmunorreactivas e inmunosupresoras. VACCIMEL más
BCG y GM-CSF es un tratamiento eficaz como adyuvante en pacientes con melanoma
cutáneo en estadios IIB, IIC y III, y es compatible con tratamientos
posteriores con ICKi.
Texto de
prensa
La vacuna
VACCIMEL en combinación con BCG y GM-CSF (Granulocyte-Macrophage
Colony-Stimulating Factor human) demostró ser mucho menos tóxica que el fármaco
interferón y prolongar más la sobrevida libre de metástasis en pacientes con
melanoma en estadios tempranos de la enfermedad tal como fue demostrado en un
estudio de fase II publicados en la revista Frontiers in Immunology dirigido
por el Dr José Mordoh de la Fundación Leloir.
Los
resultados fueron muy alentadores ya que el 50 % de los enfermos tratados con
VACCIMEL recayó a los 96 meses mientras que la mitad de aquéllos tratados con
interferón lo hizo a los 13 meses. Cuatro años después de la vacunación, 3 de
cada 4 pacientes no presentaron metástasis a distancia
Los
estudios clínicos de fase I y II fueron realizados en el Instituto Alexander
Fleming de CABA.
Contaron
con el patrocinio del Laboratorio Pablo Cassará mientras que la financiación de
las investigaciones estuvo a cargo de la Fundación Sales; la Fundación Cáncer
(FUCA), de la que depende el Centro de Investigaciones Oncológicas donde se
produjeron las vacunas y se analizaron las muestras de los pacientes y de
instituciones oficiales que dieron también su apoyo para el desarrollo de estas
investigaciones.
Se trata de
Vaccimel, el resultado de un trabajo de años del equipo liderado por el Dr.
José Mordoh, médico y director del Centro de Investigaciones Oncológicas de la
Fundación Cáncer (FUCA) e investigador emérito de la Fundación Instituto
Leloir.
La vacuna
se basa en la idea de emplear muchos antígenos para evitar que las células
tumorales desarrollen resistencia y tiene por objetivo tiene como objetivo
prevenir la metástasis en pacientes. Es de administración intradérmica y su mecanismo
de acción implica la activación de células dendríticas en los ganglios
linfáticos, que enseñan a los linfocitos a reconocer y eliminar las metástasis.
En diálogo con IntraMed, Mordoh se mostró expectante con el lanzamiento y
reveló que su objetivo futuro es desarrollar nuevas vacunas y ampliar sus
alcances. Aquí, sus respuestas.
¿Cómo
surgió la idea para el desarrollo de la vacuna Vaccimel para melanoma?
Comenzó con
un programa de investigación que elaboré hace años en base a mis conocimientos
como médico e investigador científico del Conicet. Tenía la idea de que el
sistema inmunológico iba a poder combatir el cáncer. En ese momento —la década
de 1980— esa era una noción que se descartaba, porque no había resultados
concretos y el tema se había trabajado poco.
Partí de
ese concepto básico y bastaba elegir en qué tumor iba a desarrollar el
proyecto. Eso llevó algunos años y algunos intentos con otros tumores, ya que
el sistema inmune es sensible al uso de la quimioterapia, que afecta a células
tumorales, pero también a células del sistema inmunológico a la médula ósea.
Entonces, si uno citaba a pacientes, por ejemplo, con cáncer de mama, ellas ya
venían politratadas con quimioterapia y sus sistemas inmunes estaban muy
afectados, no funcionaban normalmente. Para llegar a esa conclusión, tardé
años.
Entonces
ahí comencé a pensar en el melanoma. Las razones fueron que era un tumor que
crecía en incidencia y que no se sabía cómo tratar. Por ende, no tenía el
problema de esos tratamientos previos que destruyen la médula ósea. Y había
ciertos indicios de que el melanoma podía estar relacionado de alguna forma con
el sistema inmunológico, ya que la literatura hablaba de casos muy esporádicos
(relatados como raros) con remisiones espontáneas, que el tumor desaparecía
solo, sin intervenciones de ningún tipo.
Por otra
parte, la enfermedad vitíligo (manchas blancas en la piel) ocurre cuando el
sistema inmune ataca a los melanocitos, células normales que son las
precursoras del melanoma sintetizan melanina. Entonces había una necesidad, una
disponibilidad y un posible indicio de que eso podía llegar a funcionar.
¿Podría
detallarnos cómo siguió la investigación?
Cuando
estuve trabajando en bacterias con François Jacob en el Instituto Pasteur de
Francia, empezamos a entender mecanismos de biología celular básica, de la
división y de la duplicación del DNA, de la síntesis del DNA, pero también
vimos qué fácil era hacer resistencia a distintas drogas y esa resistencia era
ampliamente comprobada en las células humanas cuando se usaban quimioterápicos
(al poco tiempo las células se hacían resistentes y ya el paciente no respondía
más).
Supimos
entonces que teníamos que emplear muchos antígenos para dificultar que la
célula tumoral pudiera hacer resistencia a todos los antígenos que le estábamos
dando. Y ahí surgió la idea inicial de hacer una vacuna con una enorme cantidad
de antígenos. En ese momento —recordemos que era la década de 1980—no sabíamos
cuántos antígenos (faltaban todavía 20 años para que estuviera listo el programa
del genoma humano y uno supiera la cantidad de antígenos de células normales y
tumorales) Además, poco tiempo antes César Milstein había descubierto la
técnica para fabricar anticuerpos monoclonales contra un antígeno. Cabe aclarar
que en el campo del melanoma todavía queda mucho por saber, no conocemos
exactamente todos los antígenos involucrados y no hay todavía un anticuerpo
monoclonal terapéutico contra el melanoma.
En ese
contexto, comenzamos a aislar células de diferentes pacientes, ponerlas en cultivo,
estudiarlas, ver cómo se comportaban, cuál era la tasa de división, si eran o
no estables. Todo ese proceso comenzó en la Fundación Instituto Leloir, hasta
que las líneas estuvieron probadas y listas. Y, para 1997, creé el Centro de
Investigaciones Oncológicas de la Fundación Cáncer (FUCA), que funciona en el
Instituto Alexander Fleming, donde seguimos el proyecto.
¿Cuál es
objetivo de la vacuna terapéutica y para qué pacientes está destinada?
El objetivo
de la vacuna terapéutica es lograr que no se desarrollen metástasis que pueden
hacer enfermar gravemente a quienes presentan melanoma.
Está
destinada a los pacientes tempranos de melanoma, pero con alto riesgo de
diseminación. Son pacientes estadios 2b, 2c y 3a, que tienen un alto riesgo de
desarrollar metástasis, pero que todavía esa metástasis no es detectable. Ese
es el momento ideal para aplicar la vacuna.
¿Cuál es el
mecanismo de acción de la vacuna terapéutica contra el melanoma? ¿Y cómo se
administra?
El
mecanismo de función probablemente sea más complejo de lo que pensamos al
principio. La vacuna, cuando se inyecta en presencia de BCG y GM-CSF (factor
estimulante de monocitos, macrófagos y granulocitos), crea un estado
pro-inflamatorio en el sitio de vacunación. Se inyecta en ambos brazos siempre
que no haya habido vaciamiento de los ganglios o en los dos muslos cerca de las
arcadas inguinales, también siempre que haya ganglios disponibles.
Esa vacuna,
de algún modo, es captada por los monocitos y es transportada a los ganglios
linfáticos, donde se produce una activación de células dendríticas que están en
esos ganglios, que son los que le enseñan a linfocitos vírgenes que todavía no
conocen a qué antígenos a reconocer ese antígeno y salir a patrullar el cuerpo
en busca de metástasis. Y cuando encuentran una metástasis, matarlas. Ese es el
mecanismo de acción que nosotros pensamos, que hay en este momento.
La
aplicación aprobada es de 13 dosis administradas en el lapso de dos años (9
durante el año 1 y 4 dosis durante el año.
¿En qué
países estará disponible?
En un
principio la vacuna estará disponible en Argentina y según información aportada
por el Laboratorio Casará –al cual tras su aprobación de ANMAT en 2021 bajo
condiciones especiales, la Fundación Sales y el Conicet le otorgaron la
licencia– estará disponible próximamente. Si otros países quieren comprarla,
supongo que no habrá límites para su venta.
La vacuna
superó las fases 1 y 2 ¿Podría detallarnos cómo fueron esas fases? ¿Se planea
realizar y/o documentar una fase 3 paralelamente a su comercialización?
Tras
numerosos ensayos preclínicos en laboratorio, en animales de experimentación, y
ver que la vacuna tenía buenos resultados, comenzamos a usar adyuvantes, BCG y
una citoquina que se llama GM-CSF, que es estimulante de monocitos, macrófagos
y granulocitos. Después empleamos otra sustancia llamada Molgramostim, que
estimula la médula ósea para que produzca células de la serie mieloide (básicamente
granulocitos y monocitos).
Los ensayos
clínicos empezaron a fines de la década del 1990. Y en la primera década del
2000, ya hicimos ensayos clínicos de fase 1, usando la vacuna más parecida a la
de hoy. Hay que aclarar que las células de melanoma, que son la base que
compone la vacuna, son irradiadas (esterilizadas), pueden mostrar antígenos
pero que no se pueden dividir, o sea, son inertes.
Después
agregamos BCG porque es un inmunoestimulador muy potente y tiene efectos que
todavía estamos estudiando y el GM-CSF.
Tras este
desarrollo, que llevo años, realizamos un estudio de fase 2 que consistía en
comparar pacientes del estadio 3 (que hicieron metástasis desde el tumor
primario hasta los ganglios linfáticos, con peligro de que algunas células se
hayan diseminado por otras partes del cuerpo). Y la idea de la vacuna era
frenar ese desarrollo en otras partes del cuerpo, con el objetivo principal de
frenar la metástasis. Hicimos una comparación entre pacientes en estadio 3,
estadios 2B también y 2C (que son tumores que están todavía localizados pero
que tienen mayor profundidad de su melanoma, es decir, que no se curan
solamente con cirugía).
En el
ensayo de fase 2 comparamos a pacientes tratados con vacuna con pacientes
tratados con interferón alfa 2B, que era la medicación aprobada para 2009. En
2014 nosotros dimos por finalizado el ensayo de fase 2, que demostrado que los
pacientes vacunados con Vaccimel tenían menos metástasis que los pacientes
tratados con interferón.
Entonces en
ese momento el laboratorio Casará presentó una solicitud de que se le diera el
tratamiento del medicamento aprobado bajo condiciones especiales, lo que
significa que esa aprobación dura un año (renovable) y que los pacientes tienen
que ser monitoreados muy cuidadosamente, con un programa de seguimiento.
Además, los médicos que aplican la vacuna tienen que ser también entrenados; el
producto se debe preparar en farmacias de hospitales y se aplica en centros
hospitalarios, no en consultorios.
En cuanto a
las próximas fases, no se descarta hacer una fase 3 paralelamente a la
comercialización. Pero el panorama del melanoma está cambiando tan rápidamente
que hay que pensarlo muy bien. Un ensayo fase 3 tiene que ser multicéntrico,
requiere un mayor número de pacientes y siempre está pendiente la posibilidad
de su realización, pero en el momento no estamos trabajando en eso.
¿Cuáles son
sus expectativas hoy?
Estamos
ansiosos de finalizar la puesta en marcha de salida al mercado de Vaccimel y
organizar la formación de los médicos y de los farmacéuticos que van a preparar
esta vacuna. También aspiramos a seguir adelante con mejores desarrollos y con
ampliar el rango de las vacunas que tenemos. La investigación sigue funcionando
y por ello quiero agradecer a mi equipo, en especial a la doctora Marcela
Barrio y por supuesto a la Fundación Leloir, a la Fundación Cáncer, al
Instituto Fleming, donde se hicieron los ensayos, al CONICET, a la Agencia de
Promoción Científica, al Instituto Nacional del Cáncer, a la ciencia argentina
y muy especialmente a los pacientes que colaboraron con este ensayo, aceptaron
participar. A todos ellos mi enorme agradecimiento, respeto y cariño.
Estudio clínico
fase II: vacuna contra el melanoma prolonga la sobrevida sin metástasis
Se llama
VACCIMEL y su desarrollo cuenta con apoyo del CONICET. Se observó que el 50 por
ciento de los pacientes tratados con esa fórmula recayó a los 96 meses,
mientras que el 50 por ciento de los pacientes tratados con interferón recayó a
los 13 meses.
La vacuna
VACCIMEL activa una fuerte respuesta inmune contra el melanoma.
La vacuna
VACCIMEL activa una fuerte respuesta inmune contra el melanoma.
Una vacuna
argentina demostró ser mucho menos tóxica que el fármaco interferón y prolongar
más la sobrevida libre de metástasis en pacientes con melanoma (el cáncer de
piel más agresivo) en estadios con alto riesgo de recaída, según resultados de
un estudio de fase II publicados en la revista Frontiers in Immunology.
La vacuna,
denominada VACCIMEL, “demostró activar una fuerte respuesta inmune contra el
melanoma”, señala José Mordoh, investigador del CONICET en el Instituto de
Investigaciones Bioquímicas de Buenos Aires (IIBBA, CONICET-Fundación Instituto
Leloir) y director del Centro de Investigaciones Oncológicas de la Fundación
Cáncer.
“Lo
interesante del estudio es que también pudimos determinar que el tratamiento
con VACCIMEL es compatible con los llamados ‘inhibidores de los puntos de
control inmunológico’, un tipo de inmunoterapia que en los últimos años ha
probado mejorar enormemente las perspectivas de estos pacientes. La combinación
de ambos tratamientos es segura, y potenciaría la respuesta inmune contra este
agresivo tumor de la piel”, añade Mordoh, también jefe del Laboratorio de
Cancerología en la Fundación Instituto Leloir.
Los
análisis de sangre de los pacientes reclutados en el estudio demuestran que
VACCIMEL va modelando poblaciones genéticamente homogéneas o “clones” de ciertas
células inmunes, los linfocitos T circulantes, para que reconozcan antígenos
tumorales (moléculas que despiertan la reacción de las defensas del cuerpo).
“Los
linfocitos T migran hacia el tumor y destruyen células malignas”, explica
Mordoh, médico graduado con honores y doctorado en la UBA que fue discípulo del
Nobel de Medicina de 1965, François Jacob, y del Nobel de Química de 1970, Luis
Federico Leloir.
Resultados
principales
En el nuevo
estudio, un grupo de 19 pacientes con melanoma de alto riesgo de recaída
(estadíos IIB, IIC y III) recibió VACCIMEL en combinación con BCG y GM-CSF. La
BCG o Bacillus Calmette-Guerin se utiliza para la vacunación antituberculosa e
induce una fuerte respuesta inmune, y el GM-CSF es una molécula que atrae
monocitos, un glóbulo blanco clave para una inmunidad efectiva.
“La
combinación de VACCIMEL, BCG y GM-CSF potenció aún más la respuesta inmune
contra el melanoma”, destacó Mordoh.
Otro grupo
de pacientes recibió solo interferón, un medicamento cuyo efecto consiste en
generar que el sistema inmune ataque células tumorales.
Los
resultados fueron elocuentes: la mitad de los pacientes tratados con VACCIMEL
recayó a los 96 meses mientras que la mitad de aquéllos tratados con interferón
lo hizo a los 13 meses.
Por otra
parte, los autores observaron además que, con un seguimiento entre 91 y 223
meses de 30 pacientes tratados con VACCIMEL en distintos estudios clínicos,
cuatro años después de la vacunación, 3 de cada 4 pacientes no presentaron
metástasis a distancia (cuando el tumor se disemina a órganos lejanos), una
proporción comparable a la obtenida con inhibidores de los puntos de control
inmunológico ó con terapias dirigidas.
Del estudio
también participaron Ana Mordoh, de la División Dermatología del Hospital de
Clínicas “José de San Martín” de la UBA; Mariana Aris y María Marcela Barrio,
del Centro de Investigaciones Oncológicas de la Fundación Cáncer; Ibel Carri,
del Instituto de Investigaciones Biotecnológicas de la Universidad Nacional de
San Martín; Alicia Bravo, del IIBBA; Enrique Podaza del Instituto Englander de
Medicina de Precisión, en Estados Unidos; Juan Carlos Triviño Pardo, de los
Sistemas Genómicos del Grupo Biomédico ASCIRES, en Valencia, España; y Gerardo
Rubén Cueto, de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA.
Los
estudios clínicos de fase I y II fueron llevados a cabo en el Instituto
Alexander Fleming, en Buenos Aires, y el último contó con el patrocinio del
Laboratorio Pablo Cassará. La financiación de las investigaciones estuvo a
cargo de la Fundación Sales; la Fundación Cáncer (FUCA), de la que depende el
Centro de Investigaciones Oncológicas donde se produjeron las vacunas y se
analizaron las muestras de los pacientes. Instituciones oficiales como el
CONICET, la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica del
Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva y el Instituto
Nacional del Cáncer (INC) dieron también su apoyo para el desarrollo de estas
investigaciones.
Por Bruno
Geller – FIL
Referencia
bibliográfica
Mordoh, A.,
Aris, M., Carri, I., Bravo, A. I., Podaza, E., Pardo, J. C. T., … &
Mordoh, J. (2022). An Update of Cutaneous Melanoma Patients Treated in
Adjuvancy With the Allogeneic Melanoma Vaccine VACCIMEL and Presentation of a
Selected Case Report With In-Transit Metastases. Frontiers in immunology, 13,
842555-842555. https://doi.org/10.3389/fimmu.2022.842555
FUENTES
https://www.conicet.gov.ar/estudio-clinico-fase-ii.../
https://www.medicinabuenosaires.com/la-primera-vacuna.../
https://www.intramed.net/contenidover.asp?contenidoid=106689
PAPER
https://www.frontiersin.org/.../fimmu.2022.842555/full
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