Primer reemplazo total de un corazón biológico por uno mecánico.

 

LA HAZAÑA DEL MÉDICO ARGENTINO QUE MARAVILLÓ AL MUNDO ENTERO

En el mismo año que el primer humano caminaba en la Luna, dos cardiocirujanos implantaban

un órgano artificial en reemplazo del corazón nativo, partir de ese momento nacía la esperanza

de miles de personas en todo el mundo.

El 4 de abril de 1969, se cumple un hito en la historia de la Medicina moderna, el implante de

un Corazón Artificial Total en reemplazo del corazón nativo de un paciente.

En el quirófano la situación de un paciente, el Sr. Haskell Karp de 47 años era desesperante, los

cirujanos habían intervenido su corazón que mostraba una grave y extensa cicatriz como

consecuencia de repetidos infartos, que los cirujanos “repararon”, pero como respuesta a la

intervención del muy deteriorado corazón y a pesar del éxito de la cirugía, los desesperados

intentos de los cirujanos el corazón del Sr Karp no volvía a latir, los repetidos choques

eléctricos de desfibrilación no produjeron ningún cambio, el órgano permaneció totalmente

inmóvil.

La administración por parte del anestesiólogo con una rápida perfusión mediante potentes

drogas que actúan directamente sobre el músculo cardíaco, no produjo ninguna respuesta, el

órgano ni siquiera intentaba latir nuevamente.

El tiempo implacable transcurría, habían pasado veinte minutos desde el comienzo de la

circulación extracorpórea y era inminente tomar una delicada decisión.

De repente, el Dr. Cooley solicita a un médico del equipo que informe a la esposa del Sr. Karp,

que esperaba impaciente fuera del quirófano:

“Debido a la gravísima condición, no nos queda otra opción que la de implantar el corazón

artificial”

El Dr. Cooley, al mismo tiempo y con la experiencia de 18 trasplantes cardíacos en su haber,

pide que se realice la solicitud de un donante a la brevedad posible, implorando que exista en

algún lugar de los Estados Unidos.

A partir de ese momento, el equipo presente en el quirófano comienza a escribir una de las

páginas más sobresalientes en la historia de la cirugía cardiovascular de todos los tiempos.

El equipo quirúrgico en el quirófano del Hospital St. Luke inició los preparativos, el Dr. Liotta

recibe de manos de la instrumentadora de la mesa de operaciones, un recipiente en el que se

encontraba un dispositivo fabricado con material biocompatible, blanco y translúcido, era un

corazón artificial que el mismo Doctor Liotta venía ideando y desarrollando desde hacía más de

una década.

El tiempo jugaba en contra, la circulación extracorpórea se estaba prolongando, considerando

los alcances tecnológicos de la época.

Los Dres. Cooley y Liotta comenzaron la implantación del corazón artificial, suturando la pared

de la aurícula izquierda de Karp a la correspondiente pared artificial. Siguieron las maniobras

quirúrgicas, incluyendo algunas imprecisiones que se fueron corrigiendo sobre la marcha.

Así, quedó restituida la continuidad anatómica del sistema cardiovascular del paciente Karp.

Se conectaron tubos plásticos portadores de la línea de presión neumática desde la consola

hasta el corazón artificial, y se inició lentamente el bombeo de sangre, con el consiguiente

incremento de modo progresivo de la circulación sanguínea en el sistema circulatorio,

sistémico y pulmonar del paciente con el artefacto recién implantado.

De a poco, el Dr. Liotta solicita que se disminuya en forma progresiva la circulación

extracorpórea, hasta que finalmente, ordenó detenerla, los parámetros hemodinámicos del Sr.

Karp se estabilizaron, por primera vez en la historia un corazón artificial diseñado y creado por

al médico argentino el Dr. Domingo Liotta “latía con éxito en un ser humano”.

Dos horas posteriores al implante del artefacto, el paciente se encontraba totalmente

consciente y en condiciones de seguir las instrucciones, levantar y bajar sus manos, abrir y

cerrar los ojos.

Los circuitos neurológicos del Sr. Karp estaban intactos, y eran mantenidos por un corazón

mecánico en su cuerpo.

En ese histórico momento, por primera vez en la historia de la Medicina, una bomba sanguínea

de fabricación humana, implantada y funcionando en un cuerpo humano.

El artefacto mantuvo con vida al Sr. Karp durante 64 horas, luego fue reemplazado por el

corazón de un donante humano. El Sr. Karp murió 30 horas después del segundo trasplante,

con alguna preocupación, al principio del funcionamiento de la bomba mecánica se observó la

destrucción de glóbulos rojos (hemólisis), pero a medida que pasaron las horas, la misma

disminuyó. El Dr. Liotta atribuyó la hemólisis inicial al efecto de la cámara sanguínea que

estaba revestida con tela Dacrón. El revestimiento de la bomba tenía como objetivo promover

la formación de un nuevo endocardio, la capa que cubre las cámaras internas del corazón y

con continuidad con el endotelio de los vasos sanguíneos. Después de unas horas la interface

extraña (interface sangre-plástico) fue eliminada con el depósito tanto de fibrina autóloga

como de células sanguíneas del paciente, y la hemólisis disminuyó gradualmente. Desde ya,

este hecho histórico no estuvo exento de controversias y vaivenes judiciales. Incluso, fue el

primer caso en la historia de la Medicina que llegó a la Corte Suprema de los Estados Unidos.

Pero esa es otra historia.

En una visita al Vaticano de ambos cirujanos el mismísimo Papa les dijo textualmente:

“Felicito a ambos, en su implacable lucha para preservar la vida, haciendo que esta continúe.

Es el reto básico del cristianismo, en que la vida es lo primero. Ustedes deben seguir luchando

para vencer a la muerte” (Su Santidad Pablo VI).

RESUMEN

Carlos Alberto Mansilla

Investigador – Divulgador Científico – Técnico Superior en Astronáutica y Ciencias del Espacio -

Perito Forense de lista de la Corte Suprema de Justicia de la Provincia de Santa Fe en los

Tribunales Provinciales de Rosario en dos profesiones - Administrador de COSMOS – Diversos y

Varios Posgrados-

Fuente

Revista de Investigaciones Científicas de la Universidad de Morón. Año 2 / N°4

https://repositorio.unimoron.edu.ar/bitstream/10.34073/160/1/A%2050%20a%C3%B1os%20

del%20primer%20implante%20de%20un%20Coraz%C3%B3n%20Artificial%20Total.pdf